Comenzamos en SÁRRIA, donde el mojón indica que quedan 100 kilómetros hasta Santiago. Con la extremada ilusión que nos embarga, las piernas ya casi van solas en busca del Santo.

 

En todas las etapas no es imposible aburrirse, pues tienen prácticamente de todo, y el peregrino estará entretenido. A lo largo de los 100 kilómetros que tiene el Camino, el itinerario se cubre por caminos buenos, tramos muy embarrados, descensos fuertes, pendientes suaves... Además, en ocasiones se cruza la vía del tren, varios ríos, estupendos paisajes, puente sobre el precioso embalse de Belesar... Si, a todo esto, le sumamos que el perfil no reviste ninguna complicación y que se pasa por el mojones que nos advierten del número que nos queda por cubrir, las etapas pueden son realmente llevaderas.


Fase de preparación: un entrenamiento adecuado

He aprendido bien la lección. Nunca es tarde. Y no me acelero ni me emociono. He aprendido que los peores momentos caminando los he vivido cuando he visto, a lo lejos, mi final de etapa. Tiendes a relajarte. A acelerar el paso. Todo hay que administrarlo poco a poco, sin precipitarse, ni dar tiempo a los despistes. 


Imágenes gráficas